jueves, 6 de mayo de 2010

La libertad, ese derecho cada vez más perseguido.

La Chernobil Dominicana: Haina
( juliomieses.wordpress.com)

No hace falta ni enfadarse ni echarse por el suelo y llorar. Esta política, local o mundial, que estamos sufriendo, podría ser una gran obra de teatro, pero nos la hemos fabricado con el peor reparto posible. ¿Será posible que volvamos a repetir errores pasados? ¿Será posible? Me da la impresión que si no los mismo, repetiremos otros errores con semejantes resultados. El ocaso de las ideologías es, hace tiempo, una realidad. Pocos dudamos ya, que el poder económico – financiero domina todas las situaciones de conflicto que se generan o que esas mismas fuerzas se encargan de crear. Unos pocos foros, con unos pocos personajes, lideran los acontecimientos mundiales. En la sombra..., o no. Ellos deciden quién sube, quién baja, quién viene y quién va. Qué economías florecen y en donde y cuales deben despeñarse. A pesar de todos estos malos augurios, que nuestros mandatarios intentan ocultarnos, no sólo por pereza o malicia, sino también por miedo a las respuestas de la sociedad, estoy convencido que se puede salir a flote y remontar nuestra vida individual y social. Está cada día más claro que a los políticos no se les puede dejar solos. El oropel los embriaga demasiado. Los falsos dioses, si es que hay alguno que no lo sea, los deslumbra. Seamos utópicos y pidamos lo posible.

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