domingo, 31 de agosto de 2008

Sin Justicia, eso inerte.

La Justicia es ciega. Dicen. En todo caso, dicen mal. También es sorda, muda, sin sentimientos ni emociones. Es algo así como inerte, sin suelo ni cielo. Ni tan siquiera hay infierno para los que la incumplen. Simplemente no existe, como el infierno.

jueves, 28 de agosto de 2008

Asia también existe

Asia también existe, como Teruel, pero en distinto. Más dura, más delirante, ¿más grande?

Miro el mapamundi y alucino. ¿Quién vela por ella? ¿China, que va a peor por días?

Si es India..., ¿cuál de ellas?

Me continuo preguntando: ¿Quién vela por ella?

Por cierto, pienso que no necesita vela ni desvelo, necesita simplemente saberse. Aunque nadie lo sepa, aunque a nadie le importe.

Asia, simple y llanamente, es.

Y a esperar la respuesta de qué son África, Sudamérica, Centroámerica y demás.

Las fronteras son, lo dicen los libros, líneas divisorias e imaginarias. Nunca lo han sido más que ahora. Sobre todo, imaginarias.

La libertad nunca las ha tenido, se las han forzado.

Si dios existe, ¿cómo es que aún existimos?

Es fácil creer que dios existe. Si no, ¿cómo podríamos estar en la lista de los supuestos vivos, tal y como estamos castigando a este antiguo, pero aún fértil planeta?

Claro que se hace difícil creer en dios.

lunes, 25 de agosto de 2008

La invisibilidad colateral.

Jamaica. ¿De verdad que existe o sólo en tiempos deportivos?

Brindo por sus éxitos en las Olimpiadas y más y mejor lo haré cuando su pobreza sea un recuerdo en la noche de los tiempos.

Lo mismo pienso del resto de los países invisibles para los poderosos, pero sólo cuando son víctimas colaterales de la violencia de los estados.

Cuando hay tajada, aparecen como por arte de birlibirloque en el panorama mundial.

¡Lástima que el pan y todo lo demás, sólo están en las medallas y, como ellas, son efímeros!

Y no únicamente en tiempos de guerra. También en tiempos de paz. La que ELLOS dictan.

martes, 19 de agosto de 2008

El agua, cada día está más lejos. Gracias, guardián de mi libertad.

Voy caminando, como cada día, desde siempre, a la búsqueda del agua y de la leña para cocinar.
A partir de ya mismo, otros lo deberán hacer por mí.
Ya sólo me queda una pierna, la otra ha salido despedida en mil pedazos minúsculos, sangrientos, estériles.
Pero no pasa nada, es lo que hay. No he sido el primero..., ¡lástima que no seré el último!
Estoy vivo y aún tengo siete años.

¡Cuidémonos, nadie lo hará por nosotros!

Las víctimas civiles como "defectos colaterales" de La Guerra. Así, todos somos víctimas potenciales.
Hay que cuidarse de estos políticos.
Y de los otros, también.

lunes, 18 de agosto de 2008

Quiero mi telemando peatonal

Cada día, se llenan las calles de nuestras ciudades de nuevos aparatos más sofisticados, y mejor adaptados, para entender el libro de George Orwell "El Gran Hermano". Continúo reivindicando el derecho a tener a mi alcance un telemando peatonal, para usarlo cuando crea que necesito esa ayuda desinteresada que me ofrecen sin pedírsela. Medio mundo televigilado, medio mundo en peligro de extinción. ¿Quién vigila al vigilante? ¿Quién alimenta al hambriento? Mucho ruido, pocas nueces... y ¡mal repartidas!