lunes, 1 de febrero de 2010

La sombra alargada de los poderes fácticos.

Muchos trabajadores tenemos prisa. Prisa para jubilarnos de una vez con 65 años o menos, pero con más de 40 cotizados a la Seguridad Social. ¿La solución pasa por alargar la edad de jubilación o bien por mejorar las condiciones de trabajo de innumerables colectivos de empleados?

Nuestra prisa, la de tantos y tantos, ¿no será consecuencia de unas deterioradas relaciones laborales en nuestro trabajo y en su entorno? ¿Será, quizá, que el estado de bienestar se ha convertido hace ya mucho, en un estado de desconcierto gubernamental y mala praxis empresarial? Sea como sea, no es de recibo esta impericia en el momento de tomar una decisión tan importante y que cuestiona el futuro de miles, quizá millones, de trabajadores de este país. Y el ministro de trabajo, ausente durante unos días, se descuelga diciendo que todo esto pasará a partir de 2013, que no hay de qué preocuparse. ¿Ignorancia o hipocresía?

La sombra de los poderes fácticos, una vez más, es alargada. No nos merecemos este des-gobierno.