lunes, 20 de abril de 2009

La iglesia, las iglesias. O todo es más de lo mismo.




(Esta foto es una metáfora, no nos enfademos, no somos corderos)


La iglesia católica y el resto de iglesias abráhamicas, son reveladas, es decir, dos veces veladas. Surgen de la casi nada y lo acaban llenando todo. Como el miedo que arrastran hasta nosotros y nos lo intentan soltar en nuestra casa. Siempre con sus cruzadas, de una forma u otra, pero todas con connotaciones medievales, aunque sean realizadas en la actualidad. Y aquellos que por no tener, no tienen nada, les siguen. Y cuando digo que no tienen nada, no sólo me refiero a elementos materiales, sino también a que no tienen nada que perder y, quizá, algo que ganar. Viviremos tiempos de convulsión y confusión generados por aquellos que su mayor certeza es el dinero y su ingeniería financiera. ¡Alabado sea el señor! La mayúscula a "señor", cada uno a su aire. A mí me suena a minúscula.

miércoles, 15 de abril de 2009

¡El miedo lo llena todo!




En otro espacio de este blog, comentaba el creciente miedo, a todo, que nos están inculcando aquellos que nos quieren bien, aquellos que nos vigilan con sus cámaras ocultas desde cualquier recoveco. Lo hacen por nuestro bien. Como destruir la economía financiera para que, de nuevo, y eso es viejo, los que más tienen tengan más y nosotros, humildes peatones de esta Tierra malherida por todos ellos, seamos los que paguemos los platos rotos, ollas, cazuelas y todo lo que se ponga por delante.

Ellos son inocentes, somos nosotros los que no cumplimos con las normas, incluso las no dichas, que por cierto, son las más. Si nos portáramos bien, bajáramos la testuz, nos mostráramos dóciles y colaboradores, todo se arreglaría.

Lástima que "su solución", no es la de la inmensa cantidad de persona que moramos en este lugar común. A veces me pregunto, ¿para cuándo los movimientos ciudadanos, para cuándo?

El día que descubramos que los lobos no dan miedo, sino que son ellos los miedosos, habremos ganado.

Esperemos que sea pronto, porque nuestro miedo es su poder.