lunes, 30 de mayo de 2011

Los políticos y la realidad que se crean. Un desastre tras otro.

¡Grave peligro! Un político haciendo ver que piensa.
Estás súper activa, amiga mía.

Me parece fenomenal el trabajo de trasiego que haces y las opiniones que vas recogiendo de aquí y de allá, para construir el puzle enorme de este país multinacional en dónde ser diferente es anatemizado. La santa inquisición (que monstruosidad de nombre y significado) no ha desaparecido, sólo ha cambiado de nombre y de nombres, por lo demás continúa idéntica.

La "fiesta" que montó Felip don Limpio Puig, por ejemplo, es patética y una carnicería avalada por los poderes públicos ya sea la Gene, ya sea el Ayuntamiento con sus polis municipales, que de todo hubo en reyno de la pça. Catalunya y en los reynos colindantes, como el de las Ramblas

Ser ciego es una disfunción que no tiene remedio. Hacerse el ciego es una frivolidad inaguantable en un político. Espero y deseo que entre todos, podamos operarles de cataratas a estos cegatos descerebrados, y si lo que tienen es una retinopatía diabética, que cedan sus responsabilidades a los que sí tienen buena vista y mejor criterio.

Es inaguantable tener casi 5 millones de parados, lo es tener salarios submileuristas, como lo es la escasa accesibilidad a una vivienda digna con un alquiler justo, o carecer de ayudas públicas para poder vivir, sólo para poder vivir y que no te echen de tu casa por el impago de una hipoteca asesina, cuando los bancos y otras entidades financieras las han recibido a chorro a cargo del erario público, es decir, a costa de todos los ciudadanos que pagamos impuestos. Ésta es otra: Intenta no pagar una reclamación de Hacienda y verás lo problemas que te buscan, pero llámate Ruiz Mateos, Fco. Camps, Desesperanza Aguirre, la líder esa, o cualquiera de esos "nobles" apellidos patrios y saldrás en los ecos del corazón. Éste es el que, demasiadas veces, nos impulsa a hacer acciones que si las meditáramos mejor, las haríamos con la razón, todo y que el corazón tiene razones que la razón ignora.

Petonets, salud y república,

Serendipity

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