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| Xavier Bosch (Foto de Manu Fernández para "Público", domingo 13 de marzo de 2011) |
Serían indignantes estas manifestaciones estomacales con úlcera, si no fuera porque son absolutamente ridículas y altamente provocativas. De nuevo se culpabiliza al inmigrante por su condición.
La inmensa mayoría de las migraciones, Sr. Bosch, no se producen por capricho ni por motivos banales. Se producen por necesidad, ya sea para salvar la vida, para escapar de la hambruna, de las enfermedades, de las persecuciones políticas y otro motivos no menos serios e importantes. ¿Dónde estaba usted, mentalmente hablando, cuando se produjo el éxodo de los ciudadanos de este país al ir finalizando la guerra de los tres años, propiciada por el dictador Franco? ¿Dónde, cuándo muchos trabajadores migraron a Alemania, Suiza, Francia y otros países, a la búsqueda de mejores condiciones de vida, aunque mientras tanto en el país de acogida, en la mayoría de ocasiones, eran ninguneados? ¿Es esta su oferta, Sr. Bosch? Si es así, mejor se vuelve a la delegación de la Generalitat en Marruecos. No lo echaremos de menos, no pene por este motivo.
Y, por cierto, ¿de qué habla cuando cita la inmigración interior de ciudadanos de otros lugares del Estado, en la década de los sesenta? Pregúntese a quién convino esta migración y se dará cuenta, de una vez, de qué fue la cosa. Hay que aprender a leer, escribir, hablar y, sobre todo, a escuchar. El gobierno de los mejores, con el que nos amenazó el pope de Convergència, ¿son chifladuras como éstas?
Usted, Sr. Bosch, sí que es un migrante: D'Esquerra Republicana al PI del Sr. Colom, más tarde, con éste, a Convergència y de subdirector de la delegación de la Generalitat en Marruecos. En fin, un modelo a seguir o viceversa.
Lo decía hace poco, los ciudadanos de a pie nos estamos quedando solos de nuevo, porque si éstos son los que gobiernan un país como Catalunya, mal lo tenemos.
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