"Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero"
Seguro que si Sta. Teresa de Jesús
alzara la cabeza desde su incierto morir,
la volvería a desalzar.
Así me siento yo ante la coyuntura excelsa
de lo que nos espera a los habitantes del Imperio.
¿Obama o el otro? ¿El otro o McCain?
Esta noche no dormiré, absorto en mil cábalas.
¿Desaparecerá el hambre del mundo?
¿Los millones de personas que mueren
por malaria, enfermedad
que se cura con sólo decirlo,
pero que parece ser que vale lo que ir a la luna o así,
se curarán sin más?
¿La investigación para hallar la vacuna
de esta enfermedad será facilitada?
¿La hostilidad, forzada por años entre hutus y tutsis,
se acabará de una puñetera vez?
Y así pasaré esta noche, soñando al fin de ella, que uno de ELLOS,
nos salvará.
Amén.
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