lunes, 3 de noviembre de 2008

VIVO SIN VIVIR EN MÍ

"Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero"

Seguro que si Sta. Teresa de Jesús

alzara la cabeza desde su incierto morir,

la volvería a desalzar.

Así me siento yo ante la coyuntura excelsa

de lo que nos espera a los habitantes del Imperio.

¿Obama o el otro? ¿El otro o McCain?

Esta noche no dormiré, absorto en mil cábalas.

¿Desaparecerá el hambre del mundo?

¿Los millones de personas que mueren

por malaria, enfermedad

que se cura con sólo decirlo,

pero que parece ser que vale lo que ir a la luna o así,

se curarán sin más?

¿La investigación para hallar la vacuna

de esta enfermedad será facilitada?

¿La hostilidad, forzada por años entre hutus y tutsis,

se acabará de una puñetera vez?

Y así pasaré esta noche, soñando al fin de ella, que uno de ELLOS,

nos salvará.

Amén.

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