Cada mañana acompañaba, desde la ventana de mi casa, a mi hijo, porque el colegio está enfrente de la misma y los municipales se cuidan del orden en la entrada. No podía irlo a buscar porque trabajaba, pero en media hora estaba con él. El coche sacaba humo cada día por la autopista en dirección a nuestra casa, la suya, la mia y la de mi hija...
Así durante abundantes meses, con el miedo en el cuerpo de que el padre, contraviniendo la norma del juzgado, apareciera y se lo llevara. O no apareciera durante cuatro o más meses.
Por cierto, le tenía prohibido llamar por teléfono a su madre.
Le llovieron las denuncias por no cumplir el régimen de visitas, por no cumplir con el régimen económico... Inútil, todo inútil. Y un día, el Juez era Una Juez, como casi siempre. Pero salió del rincón como embravecida, casi insultándome por haber puesto la demanda contra este tipo, padre de mi hijo, incumplidor nato de normas judiciales impuestas a mi favor.
“Éstos temas ha de ser tratados en el sí de la pareja, no sé que hacen ustedes aquí”
Y después de menospreciar a la letrada que llevaba mi “caso”, dio por cerrado el asunto y nos despidió tan puesta ella en su papel de dispensadora de Justicia.
Hoy estoy en paz por fin.
Desde aquí os veo a todos, como a vuestras mezquindades legales.
Ya no os necesito ni para quitarme el cuchillo que llevo clavado en la espalda, directo al corazón.
Así durante abundantes meses, con el miedo en el cuerpo de que el padre, contraviniendo la norma del juzgado, apareciera y se lo llevara. O no apareciera durante cuatro o más meses.
Por cierto, le tenía prohibido llamar por teléfono a su madre.
Le llovieron las denuncias por no cumplir el régimen de visitas, por no cumplir con el régimen económico... Inútil, todo inútil. Y un día, el Juez era Una Juez, como casi siempre. Pero salió del rincón como embravecida, casi insultándome por haber puesto la demanda contra este tipo, padre de mi hijo, incumplidor nato de normas judiciales impuestas a mi favor.
“Éstos temas ha de ser tratados en el sí de la pareja, no sé que hacen ustedes aquí”
Y después de menospreciar a la letrada que llevaba mi “caso”, dio por cerrado el asunto y nos despidió tan puesta ella en su papel de dispensadora de Justicia.
Hoy estoy en paz por fin.
Desde aquí os veo a todos, como a vuestras mezquindades legales.
Ya no os necesito ni para quitarme el cuchillo que llevo clavado en la espalda, directo al corazón.
Fue certero.
Un solo navajazo. Es lo mejor que me ha pasado en la vida en estos últimos años.
Sed buenas, mujeres y no encabronéis a vuestros amos y señores.
Un solo navajazo. Es lo mejor que me ha pasado en la vida en estos últimos años.
Sed buenas, mujeres y no encabronéis a vuestros amos y señores.
Sed más inteligentes y sobre todo, más rápidas.
2 comentarios:
Ningú es mulla, ni metges ni psicòlegs ni treballadors socials..
Com no sigui un cas evidentíssim de violència(tan clar que no es pugui ignorar). La resta, et donen suport,consells, et deriven a un altre servei, etcètera.
Però denunciar.ho o recolçar.te si la denúncia la fa la propia maltractada, res de res, no es mullen,per tant el maltractament continua...
La llei és una cosa neutre, sense cor.
Però els que la posen en pràctica, sí que en tenen, encara que sembla que els hi queda una mica lluny això del cor, dels sentiments i les emocions.
Sols és qüestió,que, un dia, els hi passi a algú d'ells o d'elles, perquè tothom està exposat a la violència familiar.
Sabran el que representa ser una persona maltractada al màxim.
No és un desig meu, sols és una proposta.
Després en parlarem amb ells o amb elles i ens explicaran com han viscut l'experiència.
Però ho farem vestits de paisà, res de balances i verges cegues ni de negre com els corbs.
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