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Las sombras, en la niebla, parecen monstruos. No lo son. |
Sin ellos, no sólo estaríamos más tranquilos, sino que seríamos más felices. No es cierto que hay que defender una de esas dos estropajosas formaciones. Por cierto, ¡vaya nombrecito!, ni que fuera el ejército en marcha! O sí, ¿quién sabe eso, ni otras muchas cosas?
No necesitamos tampoco las otras formaciones dichas de derechas, dichas de izquierdas. Eso es agua pasada que no mueve más molino que el suyo. Porque lo que es el nuestro, me temo que está en desuso desde hace años. No necesitamos salvadores de nada y menos de la patria. Hoy en día, palabra más que concepto, atolondra a más de uno y a más de algún que otro millón de personas.
¿Es tan difícil entender que la patria es el lugar en que habitas, ese lugar en donde el corazón y la razón están de acuerdo en compartir? No necesitamos personajillos de sombras chinescas que se deshacen a la misma velocidad con la se construyen. Necesitamos personas como nosotros, sin más. Que sepan lo que es pasar un mes sin recurso. Y otro. Y otro y que nadie te puede ayudar más, porque los demás están como tú.
Personas que construyan el presente con la perseverancia de pensar que va a durar toda una vida... ¡y más! Necesitamos personas de carne y hueso, no de plastilina manejable, deformable, acoplable y que tengan el espinazo terso, no humillado constantemente.
Necesitamos personas como nosotros que no crean que los mercados son Dios en medio de la nada y la niebla, cuando, al final, resulta que todos los otros, los de los tejemanejes, son ateos.Personas que despejen la niebla, honrando la honestidad, la verdad y la ética.
Sé que, también hoy en día, son más palabras que valores, pero por algo se ha de empezar. Me apetece volver a hacerlo con millones de personas que también están por esta labor.Dejarse los codos, pero no doblar las rodillas.
Y nada de esa famosa frase perversa de: "Antes el hambre que perder la dignidad"Ni vamos a perder la dignidad ni vamos a pasar más hambre.
Porque ya sabemos que no hay pan para tanto chorizo. Así que, de hambre, nada de nada.